jueves, 12 de marzo de 2009

UNA ROSA EN LA ESQUINA



La historia de Rosita empieza en una esquina. Esta sin duda es una historia que nos motiva. Desde hace 24 años se levanta temprano para preparar su arroz con tollito, sus papas rellenas, su balde de refresco y su delicioso cebiche para llevarlo a una esquina cerca al paradero de Negritos para compartir su sazón con sus clientes de siempre.

 “Aquí vienen a comer con sus esposas e hijos clientes a quienes atiendo desde que eran escolares”  nos dice con una sonrisa doña Rosita, recordando cómo llegó a esa esquina. “Mi esposo se había quedado sin trabajo y teníamos 4 hijos pequeños que mantener, entonces me fui a la municipalidad a hablar con el alcalde don Rodolfo Sánchez; el alcalde me atendió y me dijo que no me preocupara. Me indicó los trámites que tenía que hacer y me dijo que si tenía algún problema lo buscara”

Así doña Rosita con el aval de la autoridad comenzó a trabajar en esa esquina para ayudar a sacar adelante a sus 4 hijos, para ser la socia matrimonial idónea; las jornadas de lucha no fueron fáciles, en realidad nada que valga verdaderamente la pena es fácil.
Cada mañana las caritas de sus hijos le daban la fe necesaria para salir a trabajar convencida de que Dios bendeciría su esfuerzo y así fue.

Desde entonces han pasado 24 años sus 4 hijos crecieron, se casaron, 3 de ellos viven fuera de Talara pero mantienen una comunicación cercana con ella, el mayor de ellos echó raíces aquí  y la visita siempre. Doña Rosita se siente feliz pues sabe que venció los malos tiempos que muchas veces destruyen familias y mata amores que juraron ser para siempre.

Enviudo hace 3 años, es triste perder un compañero, sobre todo un compañero de vida.  Hoy sus hijos y nietos son su felicidad y su galardón.
Además a sus 56 años se siente como el primer día en que llegó a vender a esa esquina “No me duele nada, el trabajo me mantiene sana” nos dice con orgullo y nos recomienda caminar, tener una vida activa para estar en forma.

Hay fechas que pasan casi inadvertidas de las cuales se conoce poco sobre su origen.
Como mujer siento curiosidad por aquellas fechas que me aluden directamente. El día de la mujer para muchos pasó como un día más pero también fue ocasión para destacar la labor de las mujeres en todo el mundo. Algunos grupos activistas hicieron propicia la ocasión para reivindicar los derechos de miles de mujeres que luchan de diversas formas en un mundo aún machista.

La nota irónica surgió en el congreso de la República. Desde allí decidieron premiar a la periodista Magali Medina. Si la congresista Karina Beteta  promotora de la idea, viera menos televisión y caminara más por las calles del Perú hubieran premiado tal vez a doña Rosita que al contar su historia la reconocemos y a quien Dios y su familia premiarán con creces.

Esta revista quiere hacer llegar un reconocimiento sincero a las mujeres de nuestra comunidad a quienes muchas veces no ponemos atención y  cuyas vidas encierran historias simples y cotidianas que al conocerlas nos estimulan, nos dan coraje y valor para emularlas porque si algo en común tenemos las mujeres son nuestras historias, nuestras luchas como esposas, como madres y como hijas.

Más allá del feliz día de la mujer que hemos recibido muchas mujeres el 8 de marzo conozcamos un poco sobre la historia del origen del día internacional de la mujer.

“En la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, que se realizó en Copenhague en 1910, Clara Zetkin, líder del movimiento alemán, propuso la celebración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Basándose en la conmemoración que en los EE.UU. se realizaba como Women’s Day, con el objetivo de revindicar el sufragio femenino.
Según el estudio publicado bajo el título Los orígenes y la celebración del Día Internacional de la Mujer, 1910-1945 el incendio que se vincula con la conmemoración de esta fecha no fue el 8 de marzo sino el 25 de marzo de 1911, en la empresa textil Triangle Shirtwaist, pocos días antes de la celebración del primer Día Internacional de la Mujer.
El incendio de la Triangle Shirtwaist Company fue de una gran trascendencia en la historia social de EE.UU. y del movimiento obrero y feminista al dar muerte a las obreras que, un año antes, habían protagonizado la primera huelga llevada a cabo exclusivamente por mujeres en demanda de mejoras en su situación laboral. Fueron más de trece semanas donde padecieron hambre y detenciones pero consiguieron sus objetivos.

Después de conocer los orígenes de esta celebración creo que es necesario reconocer a mujeres como Rosita que siguen luchando por vencer las adversidades y los malos tiempos, que no se callan y que salen a las calles a luchar por su derecho al trabajo, a la igualdad, a la justicia, mujeres que cambian la historia de sus familias y del mundo con sudor, lágrimas  y a veces sangre.

“El próximo año tendré que hacer una fiesta por aquí para celebrar mis 25 años de trabajo, habrá cebiche gratis para todos” nos dice Rosita al despedirnos de ella.

Sí, nosotros queremos estar en esa fiesta para disfrutar de la buena sazón de Rosita, para sentir y aprender de una mujer sencilla el valor verdadero de la vida, que sabe que el amor no espera sino que recompensa, que el amor se siente, se vive, se entrega.

UN RECONOCIMIENTO SINCERO PARA TODAS LAS MUJERES QUE CON SUS VIDAS NOS CONSUELAN E INSPIRAN.






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