martes, 22 de septiembre de 2009

JUVENTUD DIVINO TESORO

Te vas para no volver

La llegada de la primavera nos trae el recuerdo de los años maravillosos, aquellos que ahora vemos recorrer a nuestros hijos con la misma ilusión. Tiempos en los que no existían imposibles, tiempos en que tanto vigor en nuestros cuerpos nos decían que ser joven sería algo eterno.

La juventud es tan breve y los sueños tan frágiles que hay que redoblar el entusiasmo en la vida adulta para no caer en el pesimismo en que muchos caen erróneamente cuando se encuentran con una vida que no es la proyectada.

Cuando experimentamos la pérdida de un ser querido, de un amigo o de un extraño que pudiera no ser un extraño comprendemos también el valor de aquellas cosas que postergamos porque siempre estamos ocupados. Después de la muerte esa conversación pendiente con alguien amado, ese abrazo, ese beso, ese “perdóname” se vuelven una dolorosa e inútil herida en el alma. Sí tiene algo que hacer hágalo hoy mismo, la vida es demasiado corta para postergar lo realmente importante.

Descuidamos nuestra salud porque creemos que somos aún muy jóvenes para enfermarnos o para morir. Nos ocupamos en trabajar duramente, en solucionar el día a día sin considerar como prioritario la protección de quienes amamos en todo sentido, es decir, protegerlos con el velo de nuestro amor y lo que pocos consideran en el presupuesto:

Proteger a la familia con ahorros y seguro médico.

Hay muchas formas de ahorrar:
Debajo del colchón, en el banco o haciendo pequeñas o grandes inversiones, buscando siempre darle un valor al dinero como forma de protección para esos tiempos difíciles o simplemente para disfrutar de una vejez digna.

El Consorcio de Investigación Económica y Social (CIES) realizó una investigación en la que se revela que al 2005 el 65% de la población no cuenta con ningún sistema de salud público o privado, siendo los más afectados los sectores de menores recursos donde seguro se encuentra un gran sector de nuestros lectores incluyendo a su servidora.

Estos datos entran y salen por nuestros oídos como mera información estadística que lejos de alarmarnos e invitarnos de repente a hacer algo para ser excluidos de ese porcentaje de peruanos sin acceso a la salud, seguimos alegremente con nuestras vidas y nuestros hábitos hasta que un día una emergencia, un diagnostico de cáncer u otra enfermedad nos golpean en el rostro nuestra irresponsable falta de previsión.

Existen diversas formas para obtener un seguro de salud y también diferentes costos.
El SIS (Seguro Integral de Salud) por ejemplo brinda atención medica desde un pago mensual de S. /10.00 hasta S. /30.00 e incluye una lista de servicios que van desde la atención ambulatoria, quirúrgicas, maternidad, etc. hasta cubre gastos de sepelio por 1,000 nuevos soles. De acuerdo a nuestros ingresos deberíamos estar afiliados mínimo a este servicio que si bien es cierto no es el óptimo es una alternativa de protección básica muy valiosa para las familias de bajos ingresos económicos que no pueden pagar de repente un Seguro Potestativo servicio que brinda ESSALUD y cuyo costo mensual de la pensión es de acuerdo a la edad del asegurado:

- Desde S. / 40.00 (menores de 18 años)
-S. / 49.00 (de 18 hasta 24 años)
-S. / 68.00 (de 25 hasta 34 años)
-S. / 86.00 (de 35 hasta 49 años)
- S. / 113.00 (de 50 hasta 64 años)
-S. / 140.00 (de 65 a más años)

Existen otra clase de seguros privados que sería también interesante consultar. La idea es estar conciente de que tenemos que cambiar nuestra actitud despreocupada ante el tema por una cultura preventiva responsable que nos proteja de esas emergencias de salud incómodas que antes o pasada la juventud nos asaltan y muchas veces nos encuentran de manos atadas para hacerles frente.

Otra forma de proteger nuestra salud y quizá la más importante y económica es poniéndole atención a nuestros hábitos alimenticios. Los especialistas han llegado a la conclusión de que la mayoría de enfermedades empiezan en el estomago.
El ejercicio en nuestra vida no como una herramienta para lucir un escultural cuerpo si no como una forma de oxigenar bien nuestro sistema circulatorio, fortalecer nuestros músculos y huesos, el cuidado de nuestra salud mental buscando siempre formas de desarrollo a nivel espiritual y emocional a través de la lectura saludable y otras formas de nutrirnos en esos sentidos ayudaran sin duda a que nuestro breve paso por la vida sea enriquecedor para nosotros mismos y para quienes nos rodean. ¿Porqué conformarnos con menos?

Sin duda estamos en este mundo para algo más que respirar y expirar.

Juventud divino tesoro, no olvides que tienes que hacer en primavera para que en el duro invierno no tengas que llorar sin querer.

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